en mi oqueda más resguardada
un mensaje
para una eternidad
diferente.
Escribiste tu nombre
con seminal premura,
a la vera de un río
de inesperados lirios
sobre un mechón pubiano.
Escribiste la notas de mi canto
con un gemido ronco
en tu garganta.
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Con mayúsculas
¨Quinientas flores amarillas se amontonan
en el centro de una margarita que en realidad es,
en sí misma, un ramo completo¨
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Quinientas palabras silenciadas se amontonan
en el centro de tu mirada que en realidad es,
en sí misma, un poema completo.
MARIA PAULA ALZUGARAY
Vencidos
en cuerpito gentil los soñados sueños sin erigir
inerte desmesura alzando espectáculos que ignoro
planes molidos por la muerte
apenitas ondeando su croquis amputado,
como animales ciegos detrás de las cortinas…
Oh soñados sueños sin deus ni machina
pasión y soberbia al garete.
Allá adonde sus cajones se acopian:
¿habrá modo de reciclarlos,
Quitarles el bozal?
Los restos (homenaje)
Para no intimidarlos
matizo mi expresión de todos los días
me aparto huérfana al otro borde de la vereda
tratando de pasar inadvertida
para que sigan hurgando en la basura.
Los restos pueden esperanzar.
Y sigo con el corazón hecho un abrazo
MARIA BEATRIZ PEZZATI
Cambios
Ropas nuevas en las valijas
caen fríos los verdes camuflados
se abre el telón
comienza otra etapa de placer.
Miro el espejo
leo verdades
mariabety2005@hotmail.com
MARTA ORTIZ
Cuento de invierno I
El hombre de overol azul
rastrilla hojas caídas,
picotearon de ocres
veredas y macizos. Algunas
resisten el viento
solapadas en los plátanos.
El grupo de madres
aísla su dolor en los pañales
que cubren sus cabezas
resisten
la ronda recortada en el papel de la tarde;
descose palomas,
su flaco envoltorio de cenizas.
El hombre de overol azul
recoge la última hojarasca.
Estancada, la fuente gotea pátinas
y yo leo esmeraldas
al pie de la ninfa.
Los focos de alumbrado bajan estrellas,
entibian.
Ella se dejaba, como quien se abandona al placer, a la lujuria.
Se dejaba atravesar por las palabras.
(…)La inversión del escritor es minúscula; pero necesita tiempo, y eso no se puede comprar”
Producción Maira Máscolo (mairuxagora@hotmail.com)
Me encantaron los poemas...todo tan femenino y sensual...las enredaderas están muy sugestivas como la imagen de pulseras?
ResponderEliminarbravo, susana y saludos a todas las escritoras.
Eleonora marín
Buenos textos y buen decorado. Algunas ilustraciones fascinan, son casi palpables; qué buen gusto.
ResponderEliminarTe agradezco el envío, Susana, va un abrazo
Betty
Qué bien que está elñ 2º fragmento de la novela...dan ganas de seguir conocienso.
ResponderEliminarCarlos Millá, y además esas poetas me fascinaron !!!!!!!!!!
No, nunca digas
ResponderEliminarque un poeta ha muerto,
di que ha comenzado
a brillar como nunca
en sus versos.
No, nunca digas
se ha marchado un poeta,
no, no es verdad,
las musas lo mecen entre ángeles
y sus violines resuenan
en los versos que ha escrito.
Nunca digas, jamás digas:
nos ha dejado un poeta,
no es verdad,
vibra en sus versos,
vuelan como mariposas alegres
en el cielo blanco del papel.
No, nunca más digas
ha muerto un poeta.
stella maris taboro